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Crees que te van a juzgar, que pensarán que eres débil… Piensas que no es importante y que ‘para qué vas a pedir ayuda’ cuando solo tú tienes que solucionar lo que te pasa… Y así, con todas estas palabras que nos decimos a nosotras mismas vamos alimentando esa bola de problemas que se hace más y más grande.

A veces consigues solucionar algunas cosas de las que van en ese torbellino, pero llega un punto que ni siquiera sabes exactamente lo que hay dentro ¿te suena?

 

De esto estuvimos hablando toda la semana en Instagram después de contar que llevaba unos días que no conseguía estar al 100%. Me mostré tal cual, sin trampa ni cartón, con algo de miedo que desapareció rápidamente al leer vuestros mensajes privados. Y es que, al reflexionar sobre mis propios miedos e inseguridades por mostrarme en un momento regulero pude ver la cantidad de creencias y patrones aprendidos sobre la vulnerabilidad.

Así que, decidí que reflexionaras conmigo sobre el tema y confirmé todas mis «sospechas»: Tenemos integradísimo en el inconsciente que mostrarnos vulnerables es algo que nos va a traer consecuencias horribles, además de que sería un acto de debilidad extrema… ¡¡MEEEECK!! Error, es todo lo contrario y te lo demuestro en el vídeo de hoy:

Como ves es algo totalmente asumido en la sociedad, pero siempre cuando hablamos de ser vulnerables nosotras, porque cuando le damos la vuelta al asunto vemos que nosotras no pensaríamos ni actuaríamos así (bueno, todavía hay gente que sí pero por suerte cada vez menos – o eso quiero pensar jajajaja).

Así que de verdad te animo a que cada vez que se te presente una situación así reflexiona sobre cómo te estás hablando, verás como cambia todo (y ya vimos en el vídeo + post anterior que debemos abrazar los cambios así que ¡no hay excusas! 😉 ).

 

Te espero en los comentarios, cuéntame si esto te resuena o no, porque si tienes otra opinión al respecto me encantará conocerla. Muchísimas gracias si has llegado hasta aquí y espero que tengas una semana galáctica 😀